Las clases de zumba suelen durar alrededor de una hora. Durante las sesiones las personas que participan practican coreografías basadas en canciones de estilos como la salsa, el merengue, el mambo, el tango, la rumba, el chachachá, la cumbia y el reggaetón.
Ademas las coreografías de zumba se estructuran en intervalos. Se suelen trabajar unas pocas series de pasos en cada canción; estos movimientos se corresponden con las distintas secciones de la melodía, de modo que, por ejemplo, cada vez que se llega al estribillo se realizan los mismos movimientos.
En comparación con otros tipos de coreografía, la zumba es más abierta y espontánea: se trata más de hacer ejercicio y pasarlo bien bailando que de imitar exactamente los movimientos de la persona que instruye. Este componente de ocio y de versatilidad ha contribuido en gran medida a la popularidad de la disciplina.